Adicciones

Entendemos por “Adicción” la pérdida de control de la persona ante cierto tipo de conductas que tienen como características producir dependencia, síndrome de abstinencia, tolerancia, vivir para y en función de esa conducta, etc.

Hay acuerdo en que hay cuatro elementos esenciales:

  1. Un fuerte deseo o un sentimiento de compulsión para llevar a cabo la conducta particular.
  2. Capacidad deteriorada para controlar la conducta.
  3. Malestar y angustia emocional cuando la conducta es impedida o dejada de hacer.
  4. Persistir con la conducta a pesar de la clara evidencia de que produce graves problemas al individuo.

No cabe duda de que cualquier actividad humana tiene el potencial de convertirse en una conducta adictiva.

Las conductas adictivas se pueden clasificar en dos grandes grupos:

  1. Las adicciones químicas: Adicción al alcohol, a la nicotina, y a las drogas ilegales (heroína, cocaína, marihuana, drogas de diseño, etc.,)
  2. Las adicciones comportamentales: el juego patológico, el comer compulsivo, el sexo compulsivo, el trabajo compulsivo, las compras compulsivas, a la televisión, a los videojuegos, a internet, a la religión y a las sectas, etc.

Algunas de las cosas a las que somos adictos no son malas en sí mismas, muchas de las actividades a las que somos adictos también pueden ser maneras sanas de pasar un buen rato, aunque hay casos extremos en los que las adicciones pueden llegar a matarnos. El problema surge cuando la falta del objeto de la adicción nos impide estar bien, es decir, perdemos la capacidad de ser felices por nosotros mismos.

223 01

Durante la adolescencia algún contacto con el uso de drogas es relativamente frecuente, será el uso continuado de drogas lo que interferirá probablemente y en mayor o menor medida con estas demandas y roles del adolescente y dificultará la negociación encaminada a la transición hacia la edad adulta temprana.

El desarrollo personal durante el ciclo vital completo es moldeado sustancialmente por el desarrollo alcanzado durante la adolescencia, período en el que los jóvenes intentan ser cada vez más autónomos, buscan más independencia en lo personal y en lo social. Se alejan de los padres, desarrollan un código moral y una afiliación con diferentes segmentos de la comunidad.

El uso de drogas modifica el modo en que los adolescentes afrontan y experimentan sus interacciones con otros, comprometiendo el desarrollo de una autoestima y autoconcepto fuertes, así como su desarrollo psicológico y social.

Para ser tratado, el abuso, uso problemático o dependencia de drogas debe ser previamente detectado, explorado y valorado en sus consecuencias y determinantes. Los profesionales que están en contacto con adolescentes en programas de intervención temprana o tratamiento del abuso de drogas necesitan disponer de instrumentos y procedimientos fiables y válidos.

Alguna de las características de la intervención en adicciones son las siguientes:

  • Considerar la influencia de los efectos secundarios de la medicación
  • Adecuar los programas de tratamiento
  • Potenciar la relación de colaboración con el paciente
  • Realizar una intervención familiar de carácter psicoeducativo, en la que se forme a las personas allegadas sobre los aspectos relacionados con la psicopatología y la medicación

El problema de las conductas adictivas es complejo y no se resuelve solamente mediante la desintoxicación del sujeto ya que la probabilidad de recaída es muy alta si no se realiza algún otro tipo de intervención posterior. Psicoeducación, Intervención Familiar, Motivación, Cambio de Pensamientos Inadecuados, Cambios en el Estilo de Vida, Entrenamiento en Habilidades Sociales, Prevención de Recaídas.