El duelo es el término con el que se alude al dolor que sentimos ante el hecho de perder a una persona querida. Su manifestación no es universal, ya que existen muchas diferencias entre personas y culturas.
El duelo es el término con el que se alude al dolor que sentimos ante el hecho de perder a una persona querida. Su manifestación no es universal, ya que existen muchas diferencias entre personas y culturas.
Se considera que el duelo es un proceso psicológico, no psicopatológico y aunque puede ser una experiencia emocionalmente agotadora, e incluso presentar similitudes con la depresión clínica, no se considera un trastorno mental ni una enfermedad, sino una respuesta adaptativa. Sin embargo, no es fácil es este tipo de situaciones diferenciar cuando una respuesta es demasiado desproporcionada, o demasiado prolongada, y distinguir lo que es y no normal.
Estas manifestaciones pueden ir desde la tristeza, el anhelo, la irritabilidad, la hostilidad, el miedo o la culpa, hasta emociones positivas como el alivio, si el fallecido ha muerto tras una larga enfermedad, o la tranquilidad, si el doliente cree que el fallecido ahora está en un lugar mejor.
Con frecuencia se informa de experiencias de desrealización, despersonalización, incredulidad, confusión y preocupación. También se informa de alteraciones a nivel perceptivo, especialmente ilusión de sensación de presencia del fallecido, incluso de tomar la forma de pseudoalucinaciones, más frecuentemente visuales y auditivas.
Se suele manifestar machas conductas y quejas de salud, como ahogos, palpitaciones, problemas digestivos, falta de apetito, fatiga e insomnio. Todo esto suele hacer que las visitas al médico se incrementen de modo elevado.
Las conductas pueden ir de un extremo a otro. Desde visitar lugares o llevar consigo objetos que recuerdan al fallecido, frecuentar los mismos lugares del fallecido, atesorar objetos que le pertenecían, hasta todo la contrario, evitar cualquier recordatorio. También puede haber conductas no meditadas dañinas para la persona como conducción temeraria, consumo excesivo de alcohol u otras sustancias legales o ilegales.
Suele caracterizar a los dolientes en los primeros meses del proceso de duelo el aislamiento social, dejando de implicarse en la mayoría de las actividades sociales. La pérdida supone muchas veces una alteración importante en los roles sociales y familiares que desempeñaba la persona, como padre, hijo, pareja, madre, etc., o incluso en sus profesiones.
No hay una respuesta tajante para delimitar cuanto tiempo es “normal” en el proceso de duelo. En general, se suele decir que el duelo ha concluido cuando el dolor intenso da paso al recuerdo tranquilo y afectuoso, y que este proceso suele durar entre uno y dos años.
Se considera que hay riesgo de duelo patológico cuando el dolor moral se prolonga considerablemente en el tiempo, cuando el sujeto se ve invalidado en su vida diaria, siendo incapaz de hacer frente a sus responsabilidades. Se trata de un nivel de duelo en el que la persona está desbordada, recurre a conductas desadaptativas o permanece en el mismo estado sin avanzar hacia una resolución.
En ocasiones es difícil saber cuándo un duelo normal se ha convertido en patológico, aunque las siguientes reacciones pueden ser indicadoras de reacciones de duelo anormales y que pueden desembocar en un duelo patológico:
La persona realiza cambios radicales en su estilo de vida después de una muerte o evita a amigos, familiares o actividades relacionadas con el fallecido, tiene un trastorno de personalidad o una historia de depresión, si experimenta una euforia desmedida después de la muerte, ha tenido intentos de suicidio anteriores, habla con frecuencia del mismo o tiene una actitud persistente de baja autoestima. Si habla del fallecido experimentando un dolor intenso y creciente a pesar de que hayan pasado meses o años de su pérdida, si se siente ignorada y continúa con la sensación de no haber recibido ayuda ni soporte por parte de profesionales, amigos y familiares, siendo todo lo contrario, si evoluciona bien rehaciendo su vida y de repente vuelve atrás sin ninguna razón aparente, acude a consulta médica frecuentemente por causas triviales y no se encuentra causa orgánica de sus quejas. Cuando aumenta el consumo de alcohol, toma muchos tranquilizantes que no han sido prescritos por el médico, no quiere desprenderse de posesiones materiales que pertenecían al fallecido, tiene la esperanza crónica de que el fallecido volverá, se producen sueños repetitivos sobre la tentativa de salvar a la persona fallecida o de destruirla. Cuando de forma persistente se busca el distanciamiento de situaciones que pudieran recordar la pérdida del fallecido.
Se pretende proporcionar información al paciente acerca de las reacciones comunes que las personas suelen tener ante la pérdida de un ser querido.
El propósito es ayudar al paciente a recordar y elaborar los acontecimientos significativos que le han sucedido a lo largo de su vida en relación con la pérdida. Pretende que el paciente recupere sus recuerdos, pensamientos, sentimientos y sus emociones relacionados con la pérdida.
El propósito es ayudar al paciente a procesar, elaborar y asimilar la pérdida, para que sea capaz de incorporar esta experiencia al resto de sus experiencias vitales.
Es un componente que se utiliza si la persona evita algunas situaciones, objetos, personas, sentimientos o pensamientos.
Frente a la postura común acerca del deseo y la necesidad absoluta de ausencia de dificultades, algo totalmente imposible, se subraya la utilidad de los “problemas” y se apunta la conveniencia de adoptar una sana actitud de aceptación ante los mismos. Supone entender que los problemas son necesarios, que vivir es solucionar problemas, que no puede existir vida sin problemas y sin capacidad para solucionarlos.
El objetivo es fomentar que los pacientes desarrollen una actitud de aceptación hacia sus experiencias, pensamientos y emociones.
Se utilizan las Técnicas de Respiración lenta y las Técnicas de Distracción.
Se debaten las posibles dificultades y situaciones que puedan presentarse en el futuro y se comentan posibles estrategias de afrontamiento.