Los problemas de ansiedad constituyen hoy en día una de las principales causas por las que las persona acuden al psicólogo.
Los problemas de ansiedad constituyen hoy en día una de las principales causas por las que las persona acuden al psicólogo.
La ansiedad es una respuesta innata de defensa. Cuando nos encontramos en una situación de peligro la ansiedad se dispara haciendo que reaccionemos de la forma más eficaz para afrontar una amenaza. El problema surge cuando se generan niveles excesivos de ansiedad y durante periodos prolongados de tiempo y generalmente sin que exista un peligro objetivo. En estos casos la ansiedad es desadaptativa y se convierte en una fuente de malestar, sufrimiento y, a veces, incapacitación para la persona que la sufre, siendo común que demande ayuda.
Un trastorno de ansiedad se define por la presencia predominante de síntomas de ansiedad, siendo éstos irracionales y excesivamente intensos, persistentes y perturbadores para la persona.
Los trastornos de ansiedad pueden manifestarse de diferente forma, constituyendo cuadros o síndromes más o menos específicos. Podemos distinguir las siguientes categorías:
Es un miedo irracional a afrontar situaciones que impliquen contacto social, como hablar en público o acudir a reuniones sociales. El temor básico es el miedo a la opinión que pueden tener los demás sobre uno mismo.
Miedo exagerado a situaciones concretas u objetos, como determinados animales, conducir, a los sitios cerrados, etc. Las personas responden evitando las situaciones.
La persona se siente invadida por pensamientos o imágenes indeseadas, repetitivas y que causan u gran nivel de ansiedad. Para reducir este malestar aparecen las compulsiones o rituales. Se trata de acciones motoras o mentales que se realizan siguiendo siempre el mismo orden (lavarse las manos, comprobar si se cerró el gas, etc.).
Aparece después de haber sufrido un acontecimiento altamente aversivo y que sería traumático para la mayoría de las personas, como por ejemplo, un atraco, un atentado, una violación, una catástrofe natural, etc. Las personas reviven escenas de ese suceso, tienen pesadillas y evitan las situaciones que se relacionan con el trauma.
Se refiere a una preocupación de forma exagerada y no realista de dos o más situaciones relevantes en la vida del sujeto. Estas personas están continuamente activadas y no tienen la capacidad para desconectar.
El Trastorno de Pánico hace referencia a un aumento de forma brusca de la ansiedad y se teme que ocurran desgracias personales o dramáticas. La agorafobia se relaciona con las situaciones que evita el sujeto, en las que evalúa que no podrá escapar si se produce la crisis.
La Terapia Cognitivo-Conductual es uno de los tratamientos que se consideran bien establecidos para el tratamiento del Trastorno de Ansiedad Generalizada. Los estudios concluyen que provoca un efecto muy amplio en el post tratamiento. Entre dos tercios y tres cuartos de los clientes mantendrán sus mejoras terapéuticas a los seis meses de acabada la intervención. Estos efectos son bastante superiores a otras terapias.
La terapia cognitivo-Conductual se considera un tratamiento bien establecido para la ansiedad y evitación fóbicas y un tratamiento probablemente eficaz para otros aspectos de la agorafobia y problemas asociados como ansiedad general y humor deprimido. Asimismo es el tratamiento más eficaz para el trastorno de Pánico.