La ansiedad es una sensación o estado emocional que genera nuestro cuerpo ante estímulos internos como pensamientos y recuerdos o externos como sonidos e imágenes. Esta reacción se produce cuando nos sentimos amenazados o en una situación de peligro, es decir, surge cuando existe una situación razonable, además, esta nos permite generar una respuesta ante la situación que la causa.
Ahora bien, cuando esta sensación es prolongada, persistente y exagerada, probablemente, ya se ha convertido en una patología.
Trastornos de ansiedad
El trastorno obsesivo-compulsivo es uno de los más comunes, este se caracteriza por los pensamientos fijos y tenaces que causan estrés, inseguridad y preocupación, además, de conductas repetitivas ante determinada situación.
Otro trastorno muy común y poco conocido que la mayoría ha experimentado es el trastorno de ansiedad social, se caracteriza por el miedo y pánico a los eventos sociales.
El trastorno de ansiedad generalizada es uno de los más persistentes, este se caracteriza por el temor y el miedo prolongado e inconsistente a las actividades o situaciones cotidianas.
Existen otros trastornos de ansiedad como la agorafobia, las fobias que en sí causan ansiedad y el estrés postraumático; todos centrados en el temor hacia «situaciones» que representan un túnel sin salida.
Síntomas de la ansiedad
La ansiedad nos afecta psicológicamente, nos hace sentir inseguros, en constante alerta, con dificultad para concentrarnos, cansados e incluso reaccionar mal, pero no solo nos afecta de esta manera, sino físicamente, podemos sentirnos con malestar estomacal, con el pulso acelerado, tener vómitos, mareos o fallos respiratorios.
Tratamiento para la ansiedad
Existen tratamientos farmacológicos y psicológicos para tratar los trastornos de la ansiedad. Específicamente, queremos hablarte sobre el tratamiento psicológico cognitivo-conductual: este tratamiento está basado en entrenamientos de relajación muscular o control de la respiración, la reestructuración de interpretaciones «peligrosas», búsqueda de alternativas y escenarios agradables para situaciones que provocan ansiedad, solución de problemas y organización del tiempo.
Si no se trata a tiempo, la ansiedad puede afectar todas las áreas de tu vida e incluso puede llevarte a un cuadro depresivo. Reconocer y aceptar la gravedad de la situación es el primer paso para buscar ayuda y no permitir que esta empeore.
Ponte en manos de profesionales y vuelve a tomar las riendas de tu vida.
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