El enfoque Cognitivo-Conductual destaca el papel de los procesos cognitivos en el desarrollo, mantenimiento y modificación de la conducta. Esta orientación parte del supuesto de que la actividad cognitiva determina el comportamiento.
La idea central es la importancia dada a los patrones de pensamiento irracionales o desadaptativos, derivados ordinariamente de una distorsionada interpretación del medio y las exigencias que este impone al sujeto.